martes, 3 de febrero de 2015

El Trastorno por Déficit de Atención no es un Déficit de la Atención

Reproduzo integro o artigo  de Jeff Copper sobre o trastorno de atención aparecido n a web http://tdahvitoriagasteiz.com/ que se centra nos problemas de autorregulación para comprender o TDA.

Escrito por Jeff Copper
Traducido por la Dra. Elena Díaz de Guereñu
Texto original en inglés

 

El TDAH está mal denominado

Los nombres inducen a error. Podemos perder un imperdible. Una prisión es una cárcel, pero un prisionero no es un carcelero. El primero de la clase puede ser el que está en primer lugar de la lista o el que saca mejores notas. Los nombres no indican siempre lo correcto.
Muy a menudo, los nombres nos llevan por mal camino. Pensemos en el “Trastorno por Déficit de Atención.” Con ese nombre, lo natural es suponer que la persona carece de la capacidad de prestar atención, está desprovista de atención, o posee una atención limitada. ¿Correcto? Quizá no.

Trastorno por Déficit de las Funciones Ejecutivas

La teoría del Dr. Russell Barkley sobre el Trastorno por Déficit de las Funciones Ejecutivas sostiene que el TDA no es un problema de atención, sino de autorregulación. Esto explica por qué las personas con TDA no prestan atención a cosas aburridas y por qué no pueden dejar de prestarla a cosas estimulantes.
En otras palabras, ¿alguna vez has comentado que tu hijo con TDA no hace más que jugar en el ordenador? ¿Alguna vez has perdido la noción del tiempo y te has encontrado navegando en Internet tres horas después de que pensaras irte a dormir? Si el TDA es un déficit de atención, ¿cómo se explica esto? En realidad, el nombre “Trastorno por Déficit de Atención” nos lleva a equívoco.
Si pensamos que el TDA es un problema de autorregulación, la cosa cambia. ¡En realidad, las personas con TDA pueden prestan excesiva atención, cuando algo les motiva! Lo bueno de esto es que podemos ayudar a estas personas a aprender de aquello que retiene su atención y aplicarlo en aquello que no la retiene. Como entrenador, creo que es una técnica tremendamente eficaz.

La ceguera atencional

Es curioso lo que ocurre con la atención cuando la dirigimos con nombres: se produce lo que llamamos ceguera atencional. Puedes experimentarla tú mismo haciendo este test de atención. (Vamos, no te lo saltes; solo dura 1:09 y, de verdad, merece la pena)
Bien, ¿qué tal te ha ido? ¿Has dado la respuesta correcta? Y en cualquier caso, ¿te habías fijado en todo? ¿O estabas ciego ante aquello que no era evidente, o que estaba fuera de lugar?
En pocas palabras, la ceguera atencional significa que, al centrar la atención en una dirección, desaparece nuestra capacidad de ver otras cosas obvias. Nuestro cerebro sólo puede fijarse en una cosa a la vez; sólo podemos prestar atención a una cosa, y somos ciegos ante todo lo demás.

¿A qué es más importante prestar atención?

Aquí entra en juego la autorregulación. Para gestionar más eficazmente el TDA, los niños y sus padres deben entender lo que sucede en su cerebro. No basta con preocuparse de que mi hijo “no puede prestar atención”. Tenemos que entender qué problemas tiene para autorregularse, y enseñarle a encontrar una motivación para conseguir la atención necesaria para sus objetivos.
Como he predicado innumerables veces en Attention Talk Radio, si la solución obvia no funciona, es que estás enfocándolo mal. Si, como padre, piensas en el TDA como una simple falta de atención, es probable que olvides lo más importante. Como enseñan en los cursos y programas de ImpactADHD “la solución está en lo que funciona”. Piensa en el TDA de tu hijo como una cuestión de autorregulación, y fíjate en aquello a lo que presta de verdad atención. Aprovecha sus patrones naturales de atención para ayudarle a mantenerla.

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